
Inicié la reconfortante tarea de redactar ‘Te voy a hacer una autocrítica. Diccionario para entender a los humanos’ sintiendo en mi nuca el aliento de Ambrose Bierce, cuyo ‘Diccionario del Diablo‘ es una de las obras cumbres de la literatura satírica universal. Si usted aún no lo ha leído, no dude en hacerse con la bella edición de Galaxia Gutenberg que recoge todas las entradas que escribió el autor.
Leer a Bierce es como sumergirse en un baño de ácido: elimina las impurezas y desatasca los conductos, aunque provoca perniciosos efectos secundarios. Uno de los más dañinos es el deseo de imitación. Desde su publicación en 1911, cientos de escritores han ensayado diccionarios similares, con resultados muy diversos. Los cadáveres de sus libros alfombran el camino por el que transito.
Para escribir este diccionario he partido del recuerdo de la obra del ácido Bierce, pero he evitado consultarle. Sí ha estado sobre mi mesa en todo momento el ‘Diccionario ideológico de la lengua española‘ de Julio Casares, una obra extraordinaria cuyas partes sinóptica y analógica no dejan de admirarme e inspirarme. Y cuando ya llevaba redactada la mitad de este diccionario, he descubierto el sorprendente ‘Diccionario ideológico’ de Rafael del Moral, un atlas léxico de la Lengua española que me ha puesto firme y a sus órdenes.
Tanta o más admiración me provoca la Wikipedia, una obra colectiva, colaborativa y voluntaria que no cesa de aumentar en volumen, profundidad y credibilidad. Su sostenimiento económico es una de esas obligaciones que me exijo con la misma regularidad y espíritu deportivo con la que pago mis impuestos. No acabo de entender la falta de perspicacia de premios como el Nobel o el Príncipe de Asturias con este proyecto cultural de ámbito mundial*.
Finalmente, mi agradecimiento al magnífico ‘Diccionario de sinónimos y antónimos de Espasa-Calpe‘, al utilísimo ‘Diccionario de ideas afines’ de Fernando Corripio y al imprescindible ‘Diccionario de la Lengua Española de la Real Academia‘, que puede consultarse en versión electrónica y me ha ayudado mucho, en especial a desviarme del camino recto.
No quiero dejar de citar otros dos diccionarios de referencia que no he utilizado, el ‘Diccionario de uso del Español‘ de María Moliner y el ‘Diccionario del español actual‘ de Manuel Seco, obras a las que tengo tanto respeto que prefiero usarlas únicamente para adornar mi dudoso prestigio intelectual.
Sean ustedes bienvenidos y diviértanse. Y si por alguna razón se sienten ofendidos, envíen una carta al Ombudsman de El País; me han dicho que es persona muy comprensiva.
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*Esta Presentación está fechada el 5 de diciembre de 2012. En 2015 la Wikipedia fue galardonada con el Premio Princesa de Asturias de Cooperación internacional.