Leo hoy en la portada de El Mundo «El Gobierno corrige a Interior y descarta los ‘manifestódromos’». También en la edición digital «Consejo de Ministros: Santamaría asegura que el Gobierno no se plantea un ‘manifestódromo’ como propuso Botella». La realidad siempre supera a la ficción. Hay que manejar con cuidado las ironías, porque las gentes simples tienden a interpretarlas en sentido recto y, claro, a ver luego cómo te justificas ante la Historia o, en su defecto, ante un cuñado: «¿ves adónde van a parar tus idioteces, graciosillo?». El caso es que viene siendo descorazonador que después de haber escrito los versos más tristes esta noche, uno vaya a ser reconocido como inventor porque le convierten un chiste malo en una jodida realidad. Tú viste un chiste pero ellos una oportunidad, que diría un consultor. Si es que tenía que haberlo patentado, o sea. Fui un visionario.
(Y que conste que ya lo tenía dicho)