Antagonía

ESE ser que te mira desde el fondo
del espejo fatídico contiene
en su mirada un universo opuesto.
A su víctima busca en su contrario.
En sus cuencas habita un ser distinto:
es humana su piel, es mineral
el aura que desprende, de sus manos
brotan tercos artrópodos insomnes.
Mira la leve sien, la suciedad
que cubre su mandíbula, el azul
aterido reflejo de la piel,
la negra lepra que en su mente hierve.
Nada pervive en él si no es la estéril
conciencia del vacío, el predecible
deseo de extinción, la exacta ausencia.
La compasión no busques en sus ojos,
sólo la muerte encontrarás si miras.
Vuestro final es un deseo unívoco
(pagaréis él y tú pactado precio):
entrelazados os vendrá la muerte.
Fue una guerra civil vuestra existencia.