QUIZÁ porque nosotros venimos de otra parte
quizá porque empezamos a ser sin aspavientos
nada tenemos que perder
y por ganarlo
todo
tal vez por eso somos como somos.
Categoría: Thriller
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AMADA mía
—compartida
con tres o cuatro más
(no somos nadie)—
iba a decirte,
amor, amada mía,
que poesía
eres tú
y al parecer
un poeta muy lívido y romántico
me ha robado los versos
(otra vida será).
Por eso,
amada mía, amor,
escucha mi poema
reducido a estos versos sinecdóticos
que me ahorran el tris de la pupila
azul:
Amada mía
sinécdoque
eres tú. -
LA predecible excitación de tus pezones
constatada
en otras coyunturas semejantes
a la de este autobús
ahora no perceptible
me lleva
a suponer que hoy
prefieres sujetarte los instintos. -
Y para qué contaros
que me despierto a veces en medio de la noche,
los párpados ardiendo, los labios
palpitando como un
oleaje de púrpura.
Abro entonces los ojos apartando las sombras,
las manos
que aún ciñen mi cintura tras el tibio placer
y salto
para buscarla a ella,
amada íntima
superviviente
de los naufragios múltiples del corazón,
último sueño, dulce pesadilla
abominable como
el recuerdo infinito de un amor innombrable. -
QUÉ soledad
qué lagos tristes
visitarás
qué lluvias
besarán las ventanas de tus habitaciones
qué cristales helados empañará tu aliento
qué soledad
qué campiñas inmensas recorrerás
qué humedades, qué umbrías
envolverán tu piel en los amaneceres
qué mastines alados perseguirán tus huellas
qué soledad
qué atardeceres grises contemplarás
qué sombras
habitarán los huecos azules de tus sienes
qué dedos vegetales ceñirán tu cintura
qué soledad
qué paisajes de luna transitarás. -
EL tiempo pasará
—recuérdalo—
y tu carne,
hoy rosa y delicada,
beberá historia,
tiernas huellas
dormirán en tu piel
junto a los dedos
que acarician tu cuerpo cada noche.
Serán amor.
Su rastro inevitable
rodeará tu boca siempre hermosa
cargada ya de tiempo y de delicias.
Recuérdalo,
posarán en tu imagen
su huella perceptible pero bella
las caricias que bebes,
los besos
que recibes,
los abrazos
que te buscan el cuerpo marchitable. -
«Hasta que Guilhem de Cabestanh quedó inmóvil
y los pájaros enmudecieron de súbito».
MANUEL MÚJICA LAÍNEZ, El unicornio.GUILHEM de Cabestanh, sobre tus labios yertos
deposito este beso fugaz como una sombra.
Loor a los poetas que murieron de amor.En el lecho abrazaste su cintura desnuda,
sobre sedas ardieron esponsales adúlteros.
Loor a los poetas que murieron de amor.La oscuridad del aire rasgó la daga dura,
en tu torso cuajaron diez rosas inclementes.
Loor a los poetas que murieron de amor.El celoso puñal seccionó tus entrañas.
Sirvió tu corazón de incógnito alimento.
Loor a los poetas que murieron de amor.Qué dulzura sus labios tristemente encendidos,
tu corazón partido los besó nuevamente.
Loor a los poetas que murieron de amor.Ella murió de horror (¡que el Cielo la recoja!).
Bajo losas dispares vuestros cuerpos se abrazan.
Loor a los poetas que murieron de amor. -
MERCADILLO en Vitoria
yo caminaba
bajo los soportales
tú no llegabastú no llegabas nena
tú no venías
yo me salí a buscarte
cómo llovíacómo llovía niña
cómo tronaba
como jode la lluvia
por las mañanaspor las mañanas jode
y al mediodía
mercadillo en Vitoria
yo pulmonía. -
Génesis XIX
CÓMO se aduerme el tiempo habitando estas peñas
un sopor de desierto amortaja los músculos
las horas no transcurren
qué inclemente este sol quemando las montañas
las ovejas transitan entre brezos ardiendodime hermana ¿recuerdas el agua que corría
en nuestra vieja casa
el clamor de las gentes los días de mercado
la luz de los portales en las noches de invierno?
qué rumor de preguntas en torno de la hoguera
qué historias increíbles el ciego caminante
que secretos extraños
el fuego y el azufre acabaron con todo
sea el nombre de Dios temido eternamentecómo se aduerme todo habitando estas peñas
aquí la luz golpea como un puño cerrado
el tiempo no transcurre
¿contemplas esas aves que vuelan en un círculo?
han dado ya mil vueltas pero siguen allí
quizás no busquen nada
quizás busquen el centro de un círculo infinito
tal vez midan el tiempo
el día no parece que vaya a acabar nunca
pero será la noche igualmente infinitadime hermana ¿tú sabes si Dios lo sabe todo
si penetra en las mentes como el fuego en mi carne?
recuerdo aquella tarde al borde del camino
el sol iba cayendo vi salir las estrellas
hermana ¿tú recuerdas los labios de tu amante?
aquí el viento marchita hasta las sensacionescómo se aduerme todo habitando estas peñas
caminan las ovejas entre yerbajos mustios
la vida no transcurre
ni siquiera los ángeles vienen a confortarnos
ahora que tenemos
pazdime hermana ¿tú sabes qué busca nuestro padre?
¿por qué en estas caverna enterramos la vida?
tal vez en el invierno vayamos a otra parte
quizás estemos muertas cuando llegue el inviernosiento sangre que hierve siento un ansia que quema
siento en la carne llamas que me abrasan la piel
mi amante ha muerto hermana
la vida no transcurre
pero yo sé que todo se ha de apagar un día
¿ves ese sol que empieza a declinar despacio?
el día acaba pero
la muerte es infinitapreservaré esta noche la semilla de Lot.
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QUÉ suavemente el tiempo te circunda.
Te deja huellas delicadas, besa
tus pómulos, rodea tu cintura,
pone flores de sueño en tu cabeza.Las horas te acarician con ternura,
el día se adormece en tu cadera,
decae la luz sobre tu piel desnuda,
te platea la luna con pereza.Se te enreda la edad entre las piernas
y te azula las ingles y te añade
marañas leves de pelusa tierna.Nace el día por ti, para formarte,
para hacer con las horas tu belleza.
El tiempo te circunda y te complace.