EL tiempo pasará
—recuérdalo—
y tu carne,
hoy rosa y delicada,
beberá historia,
tiernas huellas
dormirán en tu piel
junto a los dedos
que acarician tu cuerpo cada noche.
Serán amor.
Su rastro inevitable
rodeará tu boca siempre hermosa
cargada ya de tiempo y de delicias.
Recuérdalo,
posarán en tu imagen
su huella perceptible pero bella
las caricias que bebes,
los besos
que recibes,
los abrazos
que te buscan el cuerpo marchitable.